¿Cómo desinstalar aplicaciones en Windows 11?
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Con la llegada de Windows 11, Microsoft introdujo una interfaz más moderna, fluida e intuitiva, manteniendo al mismo tiempo muchas de las características ya familiares para los usuarios de Windows 10. Sin embargo, una de las actividades más comunes y a menudo necesarias sigue siendo gestionar las aplicaciones instaladas, ya sea para liberar espacio en disco, optimizar el rendimiento del sistema o simplemente para eliminar programas que ya no son útiles. Saber cómo desinstalar correctamente una aplicación no es solo una cuestión de orden, sino un aspecto fundamental del mantenimiento del PC.

Muchos usuarios, especialmente los menos experimentados, pueden pensar que desinstalar un programa es una operación inmediata y siempre igual. En realidad, Windows 11 ofrece diferentes formas de lograr este objetivo, cada una con sus propias ventajas. Algunas son más rápidas, otras más completas, y otras útiles en situaciones particulares, como en el caso de software problemático o aplicaciones preinstaladas. Comprender estas diferencias permite elegir el método más adecuado para la circunstancia.
Otro punto importante a tener en cuenta es que no todas las aplicaciones se gestionan de la misma manera: las descargadas desde el Microsoft Store tienen procedimientos de desinstalación ligeramente diferentes a los programas tradicionales de escritorio. Además, algunas aplicaciones de sistema integradas no pueden eliminarse mediante las rutas estándar y requieren herramientas adicionales o el uso de comandos más avanzados. En esta guía detallada descubriremos todos los métodos disponibles para desinstalar aplicaciones en Windows 11, desde los más simples hasta los más técnicos.
Método 1: Desinstalar apps mediante el menú Inicio
La forma más directa e inmediata para eliminar una aplicación es partir del menú Inicio. Solo ábrelo, busca la app deseada en la lista, haz clic derecho sobre el icono y selecciona “Desinstalar”. Este enfoque es muy intuitivo y funciona especialmente para las apps del Microsoft Store. En pocos segundos el programa se elimina sin pasos adicionales complejos. Sin embargo, este método puede no estar disponible para algunos softwares de escritorio más tradicionales.
Método 2: Usar la Configuración de Windows 11
El camino más completo es sin duda a través de la app Configuración.
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Presiona Win + I para abrir rápidamente la configuración.
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Ve a Apps > Apps instaladas.
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Encuentra la app que deseas eliminar, haz clic en los tres puntos a la derecha y selecciona “Desinstalar”.
Esta sección ofrece una lista detallada de todas las aplicaciones presentes en el equipo, incluyendo tamaño, versión y fecha de instalación. También es útil para entender qué programas ocupan más espacio y decidir si conviene mantenerlos o eliminarlos.
Método 3: Panel de control (Programas y características)
Aunque Windows 11 apuesta cada vez más por la app Configuración, el antiguo Panel de control sigue presente y es útil para el software de escritorio clásico.
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Abre el cuadro de búsqueda y escribe “Panel de control”.
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Ve a Programas > Programas y características.
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Aquí encontrarás la lista de programas instalados: selecciona el deseado y haz clic en Desinstalar.
Este método es recomendable cuando se tienen programas más complejos, que a menudo inician procedimientos de desinstalación dedicados, con la posibilidad de elegir si mantener configuraciones, eliminar componentes adicionales o borrar datos de configuración.
Método 4: Desinstalación mediante Microsoft Store
Las apps descargadas desde el Microsoft Store también pueden gestionarse directamente desde allí. Abre la Store, ve a la sección “Biblioteca”, localiza la app instalada y haz clic en “Desinstalar”. Es un camino menos común, pero puede ser útil cuando se quieren gestionar todas las apps compradas o descargadas a través de la cuenta Microsoft.
Método 5: Usaré PowerShell o Windows Terminal
Para los usuarios más expertos, PowerShell representa una herramienta potente. A través de comandos específicos es posible desinstalar aplicaciones que normalmente no aparecen en la lista estándar, incluidas las del sistema que Microsoft tiende a mantener por defecto.
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Abre Windows Terminal como administrador.
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Escribe
Get-AppxPackagepara obtener la lista completa de apps. -
Encuentra la deseada y usa el comando
Remove-AppxPackage.
Esta solución es más avanzada y debe usarse con precaución, porque eliminar apps del sistema puede comprometer algunas funcionalidades de Windows 11.
Método 6: Usar software de terceros
Existen programas dedicados como Revo Uninstaller o IObit Uninstaller que no solo eliminan la aplicación principal, sino también archivos residuales, claves de registro y carpetas inútiles que a veces quedan en el disco. Este enfoque es particularmente útil para quienes quieren mantener el sistema extremadamente limpio y ligero. Sin embargo, es importante descargar solo software confiable y seguro, evitando fuentes no oficiales.
Apps preinstaladas y Bloatware
Uno de los aspectos más discutidos de Windows 11 es la presencia de aplicaciones preinstaladas, a menudo llamadas bloatware. Algunas pueden ser útiles, otras en cambio no interesan al usuario y ocupan espacio. Muchas de estas apps pueden eliminarse con los métodos estándar ya vistos, pero otras requieren PowerShell o software de terceros para ser eliminadas. La eliminación del bloatware ayuda a acelerar el sistema y a reducir las notificaciones superfluas.
Consejos prácticos
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Antes de desinstalar un programa, considera si podrías necesitarlo en el futuro. Alternativamente, verifica si simplemente puedes desactivar su inicio automático.
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Siempre verifica el espacio en disco antes y después de la desinstalación para evaluar la utilidad real de la eliminación.
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Ten cuidado con PowerShell: eliminar aplicaciones del sistema puede causar errores imprevistos.
Conclusión
Desinstalar aplicaciones en Windows 11 no es una operación complicada, pero conocer los diferentes métodos disponibles hace que la experiencia sea más completa y eficaz. Desde el menú Inicio para una eliminación rápida, hasta la aplicación Configuración para una gestión más precisa, pasando por PowerShell para un control avanzado: cada usuario puede elegir el camino que mejor se adapte a sus necesidades.
En definitiva, mantener el PC ordenado y libre de software superfluo significa no solo ahorrar espacio, sino también garantizar un rendimiento más estable y un entorno de trabajo más productivo. Con las herramientas adecuadas y un poco de atención, Windows 11 ofrece todas las posibilidades para tener siempre el control sobre sus aplicaciones.